Mayo es el mes que la iglesia le dedica y celebra a la
más delicada de todas sus creaturas: la Santísima Virgen María, alma delicada
que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro Redentor.
De manera especial, se acostumbra hacer el rosario
todos los días y ofrecerle flores a nuestra Madre Santísima. En este mes también
nos encontramos con dos hermosas advocaciones: La Virgen de Fatima el día 13 y
el de María Auxiliadora el día 24.
¿Qué se a costumbra hacer este mes?
Ofrecimiento de flores a la Virgen. Este es el mejor
regalo que podemos hacerle a la Virgen. Regalar flores es una manera que
tenemos las personas para decirle a alguien que la queremos mucho. A la Virgen
le gusta que le llevemos flores y, también, le podemos cantar sus canciones
preferidas, para dar mayor solemnidad al Ofrecimiento, de la vida de María.
Reflexionar implica hacer un esfuerzo con la mente, la imaginación y, también, con el corazón, para profundizar en las virtudes que la Virgen vivió a lo largo de su vida.
Reflexionar implica hacer un esfuerzo con la mente, la imaginación y, también, con el corazón, para profundizar en las virtudes que la Virgen vivió a lo largo de su vida.
María nos cuida siempre y nos ayuda en todo lo que necesitemos. Ella nos ayuda a vencer la tentación y conservar el estado de gracia y la amistad con Dios para poder llegar al Cielo. María es la Madre de la Iglesia.
Mirar a María como a una madre: Platicarle todo lo que nos pasa: lo bueno y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.
Demostrarle nuestro cariño: Hacer lo que ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día.Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades.
Imitar sus virtudes.
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